Jardín Inglés
Al pasar el umbral de las respectivas entradas a Topotepuy se nos abre la vista a un espacio abierto, que une al jardín con el valle de Caracas. En ese momento de ver el paisaje ante nosotros, es cuando ocurre una exclamación de admiración para todos los que visitan el lugar. El marco de plantas, que se distingue desde lejos, es el Jardín Floral. Siguiendo la tradición inglesa de jardines, que se salió de la rigidez geométrica de los jardines franceses e italianos del siglo 18, para emular el desorden bien organizado de la campiña británica, el Jardín Inglés adopta una figura casi pictórica de la naturaleza. Estos jardines fueron diseñados y funcionan como marcos visuales y están programados para pintarse de colores durante todo el año. Lila, blanco, naranja, morado, azul, rojo, amarillo , púrpura y otro sinfín de colores con diferente tonalidades, se logran con flores de plantas, que son, cuidadosamente sembradas, para asegurar un balance y alternancia a los colores del jardín. Allí se mezclan plantas florales de todos los tipos. Los arbustos llevan sus colores a más de un metro de altura, así los cariaquitos y las tibouchinas levantan el naranja, amarillo y el morado a la altura de nuestra vista, luego, hay plantas como los Agapantos que florecen en blanco o morado que están ubicados a la altura de nuestra cintura, le siguen setos de margaritas amarillas con hojas oscuras que separan el verde de la grama de su marco de colores. Y es así, como la mezcla bien proporcionada de plantas florales logra el propósito de imitar a la naturaleza.